Opinión de
Amanda
en 26/11/2013
Así como dice Andrea en su comentario, la dueña de la boutique es detestable. Lo digo porque hoy fui a buscar un vestido y me encuentro que le gritó a sus empleados. Entre esos a un hombre gay, el cual no tenía que discriminar por su preferencia. Si ella lo contrató de esta manera no tiene que decirle cómo actuar. Me pareció feo cómo lo trató.
El lugar es muy bonito, pero la dueña hizo que me fuera de ahí. Uno de los chicos me atendió y me hizo sentir hermosa y glamourosa y eso es lo que quiere el cliente. No regreso más a Farah y espero que sus empleados sepan sus derechos.