Opinión de
JESUS ORTIZ MUÑOZ
en 21/08/2012
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE SANTOS
Los contenidos criminales de la televisión colombiana
Por Jesús Ortiz Muñoz
Hace pocos días, unos sicarios entraron al Hospital Departamental de Nariño para rematar a un paciente herido, utilizando el mismo truco que había usado un bandido en la televisión, esto es, escondiendo poderosas armas en un paquete de pañales. El saldo un muerto y un herido.
(Por estos días recibí una dolorosa carta sobre el tema de los contenidos de la televisión nacional y he decidido salir también a ladrarle a la luna).
Mientras por un lado los canales oficiales nos transmite diariamente a un Congreso con discursos zafios que no justifican los altísimos costos de mantenerlos, la televisión comercial, en pleno ejercicio el artículo 20 de la Carta, nos ofrece canales con narco-novelas y narco-películas como LA VIRGEN DE LOS SICARIOS, LA VENDEDORA DE ROSAS, MARIA LLENA ERES DE GRACIA, SIN TETAS NO HAY PARAISO, EL CARTEL DE LOS SAPOS, SOÑAR NO CUESTA NADA, LOS PROTEGIDOS, LA VIUDA DE LA MAFIA, PANDILLAS, GUERRA Y PAZ, EL CAPO, LAS MUÑECAS DE LA MAFIA, LA BRUJA, CORREO DEINOCENTES, TRES MILAGROS, etc.
Por si esto no fuese suficiente, en cada noticiero, además de la infaltable cuota de sangre diaria, es imprescindible el remate con notas asfixiantes de la farándula, a sabiendas de que esta es la religión de los imbéciles.
Toda esta basura ha servido para que este país sea visto como un nido de ratas y los paisanos que han logrado colarse en algún territorio extraño son discriminados, marginados, maltratados y tenidos como un peligro social.
Cuando se auto entrevistan los productores y directores de estos narco culebrones, dicen, con una humildad fingida, que no son otra cosa que una muestra de “nuestra realidad". Y es cierto. Canales como CARACOL y RCN se enriquecen a costa de la dignidad y reputación de nuestro país que da en el blanco del público extranjero que las compra, así como el mercado libre de miles de colombianos a los que les gustan los corridos de narcos y las emociones fuertes, precisamente por su falta de cultura y porque interiormente admiran a esos personajes. En verdad lo que están mostrando es una subcultura donde el escenario es un país paraíso de drogas, donde el gobierno, la policía y la justicia tienen precio y son comprables.
Y esto ya se está reflejando en las llamadas salas de chat. Haga la prueba, métase a discutir algo y diga que es colombiano: le lloverán insultos y propuestas raras. Colombia tiene una pésima imagen a causa del narcotráfico, la violencia y la corrupción de algunos funcionarios del Estado y, sin embargo, la televisión y el cine colombiano colaboran para empeorarla aún más.
Ya nos cansamos que la TV nacional y el cine colombiano produzcan en serie: asesinos, narcotráfico, mafia, traquetos, putas, sicarios, corruptos, avivatos, matones, mulas, jibaros, droga, ladrones y métodos para hacer trampa. No queremos que se oculte o soslaye nuestra triste realidad, pero que no jueguen al dramatizado con eso que genera escuelas del crimen y publicidad negativa para el país.
El prestigio y la moral de los colombianos de bien está en la mitad de la lucha por la sintonía de las dos poderosas cadenas. Tienen libretistas dedicados exclusivamente a recrear escenas de la bazofia y la virulencia humana.
Todas esas toneladas de estiércol que salen cotidianamente de los canales privados, es consumida ansiosamente por una tele video audiencia sin cultura (ahora con aparatos de plasma). Quienes pueden ir a la universidad son unos privilegiados, pero el 90 por ciento que no puede llegar por sus altos costos, es presa fácil de esta cátedra criminal que comprende que el narcotráfico es un medio para salir de la pobreza y, lo más curioso, es que personajes como el capo, se convierten en paradigmas o modelos a seguir o imitar.
Y cuando se confronta a los señores de CARACOL y RCN, le transfieren la responsabilidad a los padres de familia y creen que con el consabido anuncio de que “Este programa puede ser visto en compañía de padres o adultos responsables”. Ese aviso es tan inocuo como los anuncios microscópicos de las cajetillas de cigarrillos. Un simple requisito legal.
Los medios de comunicación deben ser canales de pedagogía, pero esto no lo entiende ni el gobierno y menos los concesionarios de los canales a quienes les importa un bledo la salud mental de los colombianos que la tienen enferma, sembrada de antivalores y cuyo objetivo es convertir a esta sociedad en una sociedad criminal donde el delincuente es el bueno y la justicia la mala.
Por eso la reacción ciudadana en contra cuando la autoridad captura a un bandido en la calle. Una encuesta hecha en Colombia y México, arrojó el resultado de que jóvenes entre 10 y 25 años de edad querían tener relaciones amorosas con un mafioso, es decir, ser como Las muñecas de la mafia.
El Presidente Santos reconoció hace poco que Colombia es el país más desigual de América Latina por la falta de oportunidades aborales y de educación que nos tiene en la miseria, y la gran opción que muestra la TV es el crimen. Por estos días, también se anunció una multimillonaria inyección al cine colombiano. Para que sigan haciendo esta basura?
No será esta una de las razones por las que proliferan en Colombia las sectas religiosas, pretendiendo llenar un vacío existencial…? (claro hasta encontrarse con la de Salem).
La burocracia empotrada en el Ministerio de Comunicaciones y en la llamada Comisión Nacional de Televisión, ahora en liquidación, no se siente aludida con esta vergüenza nacional.
Ahora que sabemos que desde el Presidente hacia abajo, toda la pirámide estatal está ahora en el furor de las TIC´s, engolosinados con trinos de insultos recíprocos. Será que podemos hacer que mensajes como este les lleguen…? Será que los ciudadanos, podemos hacer algo?
Pasto, 20 de Agosto de 2012.