Opinión de
Carlos Andrés Murillo Ríos
en 15/02/2014
Un cordial saludo, compañía Concert,
Me permito contactarles, porque quiero reportarles una queja de la señora Belsy, de la tienda de la ciudad de Pereira ubicada en la carrera 8ª Nº 21-13 entre el Parque El Lago y la Plaza de Bolívar:
Muchas veces voy a una tienda de ropa a ver muchas cosas y a preguntar precios, y no compro absolutamente nada; pero en cuanto tengo dinero, ya sé dónde ir por lo que me gustó y cuyo precio ya sé.
Aunque no siempre que entro a la tienda Concert (de la carrera 8ª Nº 21-13 de la ciudad de Pereira) compro, sí he comprado en ésa tienda, incluso esa señora me ha cobrado porque suele estar en la caja, aunque evidentemente no se queda acordando de mí cuando compro sino cuando no compro.
Hace unos días, entré a la tienda a ver ropa y a averiguar precios, y no a comprar porque no llevaba dinero. Sólo estaba cotizando para comprar en cuanto recibiera mi pago, como suelo hacer, además me gusta muchísimo la ropa de Concert.
Poco antes de salir de la tienda, me terminó de atender la señora Belsy, con una actitud incómoda y negándose a darme precios que, según ella, yo ya sabía. Y al final me dijo algo muy poco gentil, me dijo: “Usted viene mucho aquí y nunca compra nada, y siempre dice que vendrá en la quincena”.
El viernes 14 de febrero de 2014, recibí mi pago con un día de anticipación, y entré a la tienda Concert de la carrera 8ª Nº 21-13 para comprar algunas prendas que ya había visto y cuyo precio ya sabía.
Una muchacha me atendió gentilmente, y mientras estaba en el probador probándome un jean, escuché a la señora Belsy murmurándole a la muchacha que me estaba atiendo sobre mi presencia en la tienda, a lo cual escuché que la muchacha le respondía que yo sí había ido allá a comprar.
El jean no me sirvió, y salí del probador para que me hicieran el favor de buscar mi talla. Y fue entonces cuando la señora Belsy, delante de todas las empleadas y otros clientes, me dice de manera muy atrevida: “¡Venga!... y usted sí va a comprar algo, porque desde diciembre llevamos atendiéndolo a usted y nunca se acomoda a nada. Uno como empresa no puede perder tiempo con clientes raros que nunca compran”.
Me quedé aterradísimo con la falta de cortesía, el atrevimiento y la grosería de esa señora. ¡Qué se cree esa señora! ¿acaso es la dueña de la compañía? …si lo es por favor me lo dicen para jamás volver a comprar absolutamente nada de Concert, para sacrificar mi gusto por los productos de Concert.
Ya sé que esa señora es muy antigua en esa sucursal y que quizá ya tiene mucha posición allí, pero no pueden permitir que se aproveche de eso. ¿Dónde queda la buena atención al cliente? ¿Dónde quedan los derechos del cliente?
Hoy con esa señora de tan mal perfil para atención al cliente viví una situación muy desagradable en una de las tiendas Concert, mis derechos como cliente fueron pisoteados y fui humillado delante de otras personas. Creo que el personal de la compañía Concert debería ser personal más idóneo para la tarea a ejercer, personal con más calidad desde lo humano hasta lo laboral. Al preseleccionar y seleccionar personal para la compañía, deberían tener más en cuenta si cada candidato puede aportar al cumplimiento de las políticas de calidad y a la construcción de la excelencia en la organización.
El problema y obstáculo de crecimiento de Concert no está en clientes que compren poco o no compren, sino en personal incompetente como esa señora. Los productos Concert me parecen excelente, me gustan muchísimo; pero personal como esa señora puede no sólo desfavorecer muchísimo la imagen de la compañía sino también hacer prescindir muchos clientes aún que compren demasiado.
El viernes 14 de febrero al fin me he ido para la otra sucursal Concert de la ciudad, para la que está ubicada en la carrera 7ª Nº 17-38, y ya con una excelente atención me he comprado lo que necesitaba y quería.
Cuando en un lugar me atienden y me tratan bien, no sólo me motivo a comprar sino que también quedo con deseos de volver. Un producto no se vende sólo con calidad en el mismo, sino también con buena atención y buen trato al cliente y carisma.
Donde esa señora Belsy jamás volveré. Si quiero comprar algo Concert y no lo encuentro en la sucursal donde hay buena y respetuosa atención al cliente, mejor optaré por otra marca.
Cuando saquen a esa señora Belsy de allá, me avisan para volver.
Gracias.