Opinión de
Jesus Estan Camino
en 27/11/2012
1. «Os daré pastores según mi corazón» (Jer 3, 15).
……. Concretamente, sin sacerdotes la Iglesia no podría vivir aquella obediencia fundamental que se sitúa en el centro mismo de su existencia y de su misión en la historia, esto es, la obediencia al mandato de Jesús «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes» (Mt 28, 19) y «Haced esto en conmemoración mía» (Lc 22, 19; cf. 1 Cor 11, 24), o sea, el mandato de anunciar el Evangelio y de renovar cada día el sacrificio de su cuerpo entregado y de su sangre derramada por la vida del mundo.
41. La vocación sacerdotal es un don de Dios, que constituye ciertamente un gran bien para quien es su primer destinatario. Pero es también un don para toda la Iglesia, un bien para su vida y misión. Por eso la Iglesia está llamada a custodiar este don, a estimarlo y amarlo. Ella es responsable del nacimiento y de la maduración de las vocaciones sacerdotales. En consecuencia, la pastoral vocacional tiene como sujeto activo, como protagonista, a la comunidad eclesial como tal, en sus diversas expresiones: desde la Iglesia universal a la Iglesia particular y, análogamente, desde ésta a la parroquia y a todos los estamentos del Pueblo de Dios.
Si todos pueden «acercarse» al Obispo, porque es Pastor y Padre de todos, lo pueden de un modo particular sus presbíteros, por la común participación al mismo sacerdocio y ministerio. El Obispo —dice el Concilio— debe considerarlos y tratarlos como «hermanos y amigos»[202]. Y esto se puede decir, por analogía, de cuantos se preparan al sacerdocio. Por lo que se refiere al «estar con él» —del texto evangélico—, esto es, con el Obispo, es ya un gran signo de la responsabilidad formativa de éste para con los aspirantes al sacerdocio el hecho de que los visite con frecuencia y en cierto modo «esté» con ellos.
TOMADO DE EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL PASTORES DABO VOBIS DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II.
Apreciados comunicadores de los diferente medios de la ciudad de Bucaramanga sabemos y conocemos el aprecio y la cercanía de muchos de Uds. con la Iglesia Católica de Bucaramanga somos también testigos del interés que demuestran por el acontecer de esta Iglesia particular muchos de Uds. son miembros y participan con su condición de creyentes en muchas de las parroquias de nuestra arquidiócesis. Queridos comunicadores, esta iglesia está en crisis; cierto la aparente calma y unidad que muestra solo es fruto del sometimiento ciertamente voluntario a una malentendida obediencia y quizás al temor frente a quien fundamentándose en una jerarquía de poder y no de servicio tiene en sus manos la capacidad para decidir sobre la vida de quienes se encuentran “bajo su dominio”. El malestar entre los sacerdotes de la arquidiócesis es real aun cuando se lleve de manera callada. Son muchas las situaciones de humillación y de desprecio que se vienen ejerciendo sobre sacerdotes que han ejercido su ministerio durante muchos años. Son muchas también las decisiones que hoy ponen en riesgo la estabilidad de la ARQUIDIOCESIS DE BUCARAMANGA.
EN LOS ULTIMOS DIAS EN PARTICULAR UN JOVEN QUE YA TERMINO SUS ESTUDIOS Y FUE APROBADO DESPUES DE UN EXAMEN DETALLADO Y DELICADO POR UN GRUPO DE SACERDOTES EN COMPAÑÍA DEL OBISPO FUE RECHAZADO A ULTIMA HORA POR UNA ACTITUD TARAMBANA DEL OBISPO SIN CAUSAS GRAVES NI MOTIVOS APARENTES.
Pero les pido a Uds. Señores comunicadores que investiguen, en este momento son muchos los sacerdotes que desearía hablar y dar testimonio de esta situación. Constaten Uds. esta denuncia yo les aseguro que si se siente apoyo e interés de los medios por esta situación que se está atravesando más de uno estaría dispuesto a hablar no solo de esto sino de muchas situaciones que están sucediendo incluso a nivel administrativo. No estamos en contra de la Iglesia al contrario la apreciamos pero no estamos dispuestos a dejar que pierda su verdadero rumbo.
JESUS ESTAN CAMINO.