Opinión de
Fredo Costra
en 07/07/2014
En estos días, el Síndrome de Hubris es una de las patologías que toman el centro de atención en las conversaciones médicas. Para entender de qué se trata, hay que remontarse a la antigua Grecia. La Hibris o Hybris es un concepto que se traduce al español como “desmesura”. Para comprenderla, es la explicación que se entrega cuando una persona tiene un orgullo o confianza demasiado exagerada en sí mismo. Estos casos son muy usuales cuando se ostenta mucho poder. En ese momento era habitual que en el teatro existiera gente que “robara” escena. Era un trastorno de personalidad producida por el cargo de poder. Si bien no está dentro de los conceptos del manual psiquiátrico, no indica que pueda haber una patología con estos síntomas.
Conociendo esto, se pasa a explicar este síndrome. Normalmente, el Hurbis aparece en personas que están a cargo de personas o tienen un poder grande que no saben cómo manejarlo y se ven desbordados. Cuando aparece esta patología, es normal que la persona comience a tener actitudes impulsivas, temerarias y orgullosas. En la antigua Grecia, estos seres llegaban a pensar que incluso eran más importantes que los mismos Dioses. Dicha conducta, no tenía otro final que no sea con tragedia. Esta acción era conocida como “hamartía”. Un ejemplo claro es Ícaro, quien dejó el mundo terrenal tras creerse un ser superior que tenía la capacidad de volar.
Dentro de áreas como la sociología o la política, este concepto es muy frecuente aplicarlo sobre líderes que representan claras marcas de narcisismo y megalomanía. Estos individuos se creen invencibles y creen tener enemigos en todas partes porque piensan que todos quieren ser como ellos o estar en su lugar.
Explicar el Síndrome de Hubris es sencillo, pero a su vez no lo es. Porque, como se dijo, no es una patología. Aunque esto no significa que pueda haber una enfermedad con síntomas similares. En pocas palabras, es lo que vulgarmente se conoce como “creérsela”. Ocurre con mucha habitualidad cuando se ocupa un cargo importante y se debe tomar una investidura que no es exactamente igual a la que tiene esa persona en lo diario. Esto conlleva a un trastorno de personalidad transitorio que hace perder conexión con la realidad. Provoca que el individuo sienta una exagerada admiración por él mismo y que todos estén en su contra.
Lo interesante de este síndrome es que, si bien el causante siempre termina siendo uno, depende mucho del contexto. Al tener un cargo de tal importancia, la mayoría alienta a cometer acciones que no se desean y hacen ver un mundo de maravillas que en realidad no existe. Esta adulación de terceros termina influenciando en cada uno y forma el Síndrome de Hubris.
Para muchos, la hibris de la actualidad está provocada por una falta de conocimiento, interés y estudio de la historia, combinada con una exageración en la confianza y una falta importante de humildad. Hay sugerencias que indican que la hibris es una cualidad importante en programadores de éxito. Esta característica hace que se pueda escribir, mantener y programar sobre temas que otras personas no quieren explayarse.